domingo, 11 de enero de 2009

La dama de hielo



La simplicidad de una palabra escrita en soledad la vuelve complicada, pues no hay sólo que buscar el término adecuado sino también el sentimiento que lo acompaña. Busco entre los cajones de mi memoria canciones, recuerdos y poemas que me ayuden a escoger uno entre los sentimientos pasados y vividos que emanaron de los archivos ya mencionados.

Ahora, que estoy perdida y a la vez encontrada, en un lugar desconocido y ajeno a mí hasta el momento, ahora, busco un sentimiento y me siento sola e incluso engañada, pero satisfecha y poderosa.

Soy una dama de hielo de corazón incandescente. Cálida y fría a un mismo tiempo. Y cuanto más reflexiono más aprecio el resultado de la metamorfosis que he experimentado al transformar una frágil muñeca de porcelana en una indiferente, fuerte y viva dama de hielo. La dama de hielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario